Son muchos los beneficios de usar lubricantes en las relaciones sexuales. Sin embargo, a veces no se utilizan por desconocer cómo pueden resultar de ayuda ante distintas situaciones. Por eso conviene conocer los diferentes usos de los lubricantes y recurrir a ellos siempre que se desee.
 
Entre los más frecuentes, destacan los siguientes:

  • Combatir la sequedad vaginal. Los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia pueden reducir la capacidad de lubricación natural en la mujer. También, si se están tomando ciertos medicamentos o se está atravesando por un periodo de mucho estrés. En cualquiera de estos casos, el uso de un lubricante íntimo aliviará la sequedad vaginal y evitará las molestias que esta puede causar en las relaciones sexuales.
  • Retomar el sexo después del parto. Una vez superada la cuarentena, si no hay ninguna contraindicación médica, se puede recuperar la vida sexual con normalidad. No obstante, la falta de lubricación por las alteraciones hormonales tras el parto y durante la lactancia, la baja libido, el cansancio de los primeros días como mamá y el miedo a que el sexo después del embarazo pueda doler, entre otros factores, suelen jugar en contra a la hora de retomar las relaciones íntimas y llegar a disfrutarlas. Así pues, el lubricante se convierte en el mejor aliado para esos primeros encuentros tras la llegada del bebé.
  • Proteger las partes íntimas. Al reducir la fricción, los geles lubricantes evitan lesiones por rozamiento tanto en la vagina – los cuales pueden dar lugar a problemas ginecológicos – como en el pene. 
  • Mejorar las relaciones sexuales. Más allá de garantizar el bienestar íntimo de las mujeres, los geles lubricantes también se pueden utilizar para incrementar el placer del sexo. Esto se debe a que, al proporcionar un mayor confort, invitan a probar nuevas prácticas o a alargar la duración de las relaciones íntimas.
  • Intensificar el coito. Entre los productos para incrementar el placer sexual, podemos encontrar geles lubricantes con efecto calor y con ingredientes pensados para ayudar a la excitación de forma natural, ya que aumentan la circulación en la zona íntima. Estos son especialmente interesantes si se quiere experimentar una mayor intensidad en las relaciones, ya que activan la microcirculación de la zona íntima para potenciar su sensibilidad.

¿Cómo escoger el lubricante correcto?

Escoger un lubricante no siempre es sencillo. Para ayudarte en la elección, estos consejos pueden serte de gran utilidad:

  • Escoge un lubricante que cumpla con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud tanto de osmolalidad (<380 mOsm / Kg) como de pH (en torno a 4,5 si es para uso vaginal y en torno a 5,5 a 7 para su uso anal).
  • Revisa que el lubricante no altere la integridad del preservativo, que no tenga perfumes ni colorantes ni espermicidas.
  • Si tienes sequedad vaginal, te recomendamos un lubricante de base acuosa con ácido hialurónico y ácido láctico porque tendrá una consistencia similar a las secreciones vaginales fisiológicas, ayudando a mantener la zona íntima suave e hidratada.

Además, a la hora de elegir el mejor lubricante es fundamental comprobar que esté dermatológica y ginecológicamente testado y no contenga colorantes, parabenos o alérgenos.

¿Cómo utilizar un lubricante?

Hay muchas maneras de utilizar un lubricante íntimo para facilitar las relaciones sexuales o conseguir un mayor placer. ¡Veámoslo!

  • Durante los preliminares: si quieres utilizar un lubricante para aumentar la diversión durante los preliminares, te recomendamos el uso de un lubricante con efecto calor como Ginesens. Aplica una cantidad de producto en la vulva y los labios externos y también a tu pareja, si estás acompañada. El efecto calor facilitará que llegues antes al orgasmo.
  • Durante la penetración: en caso de presentar sequedad íntima que afecta al disfrute durante las relaciones sexuales, te recomendamos el uso de un lubricante de base acuosa como Mucus. Aplícate una cantidad conveniente en las partes genitales antes de cada relación sexual, pudiendo renovar la aplicación si se considera oportuno.

En definitiva, el uso de un lubricante por diversión o por necesidad, es totalmente normal por lo que ¡normalicemos su uso! Te aseguramos que te permitirá tener sexo más placentero y disfrutar mucho más de los momentos de intimidad.